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ISSN: 2411-0094 (en línea)
Revista Científica de Ciencias de la Salud
2020: 13(2), 34-44
DISCUSIÓN
En los últimos años la conducta sexual de riesgo
se ha incrementado de manera notable en la
amazonia peruana, debido a que los adolescentes
dan inicio a su actividad sexual a temprana edad,
en consecuencia de una comunicación escasa
con los padres, asimismo, Montoya, Castaño y
Moreno (2016) hacen referencia que los niños y
jóvenes de hoy están creciendo con la ausencia
física del padre, pues la realidad evidencia
que el padre actual maniesta otro tipo de
acompañamiento y crianza, esto se debe a que
el padre está priorizando la economía del hogar,
sus aspiraciones personales en el trabajo, entre
otras cosas, de este modo el vínculo afectivo
padre e hijo es deciente. En la investigación,
se pudo observar que, en nuestra muestra, la
composición familiar es más que estructurada
(59,4%) y monoparental (40,6%).
En relación a ello, el objetivo del estudio fue
determinar si existe relación signicativa entre la
conducta sexual de riesgo y la comunicación de
los padres con los hijos. Para lo cual se evaluó
por separado la comunicación de los padres,
una evaluación separada, que permite una mejor
comprensión de la comunicación. Ya que según
Urías (2015) menciona que la comunicación
juega un rol muy importante del núcleo familiar,
siendo así, la comunicación categorizada como
abierta, ofensiva o evitativa, existiendo así una
diferenciación en la toma de estilos de crianza
entre el padre y la madre.
En este sentido, los resultados encontrados
muestran asociación entre la comunicación
con la madre y conducta sexual de riesgo, es
decir, que cuanto mayor sea la comunicación
con la gura materna menor será el inicio de
conductas sexuales en los adolescentes. El
resultado coincide con lo expuesto por Cisneros
y Palacios (2018) en su investigación hallaron
que independientemente el tipo de comunicación
que el adolescente tenga con el padre no
inuye de manera signicativa en las conductas
sexuales de riesgo, Sin embargo, en cuanto a la
comunicación de los adolescentes con su madre
se evidencia que tienen mayor probabilidad
de tener una conducta sexual de riesgo: iniciar
precozmente sus relaciones coitales, más de
una pareja sexual, cambio frecuente de parejas,
relaciones fugaces y prácticas de sexo “oro –
genital/genito – anal sin protección”. Por su parte
Uribe, Castellanos y Cabán (2016) maniestan
que hay una tendencia de los adolescentes a
conversar con mayor facilidad acerca de temas
referente a la sexualidad, con la gura materna.
Del mismo modo, Almanza y Ccencho (2016)
en su investigación tuvo como resultado que
los adolescentes tienen mejor apertura con la
madre que con el padre, así mismo, se muestran
en los datos que los adolescentes del sexo
masculino y femenino muestran mayor conanza
en la comunicación con la madre que con el
padre. Concordado también con Granda (2015)
que indica que los adolescentes tienen una
comunicación abierta con la madre a diferencia
del padre. Por lo tanto, la comunicación con
la madre es signicativa para el adolescente,
debido a que pospone el inicio de las conductas
sexuales de riesgo. Por otro lado, no se evidencia
asociación signicativa entre comunicación con el
padre y conducta sexual de riesgo, que incluye,
inicio temprano de las relaciones sexuales, no
usar métodos de protección, múltiples parejas
y el uso de sustancias psicoactivas. Estos
resultados coinciden con Schoned, McReey y
Eisenberg (2013) que deducen en su estudio que
existe diversas causas que pueden inuir entre la
comunicación entre padres e hijos, uno de ellos es
el género, denotando la gura materna con mayor
seguridad, conanza y responsabilidad a la hora
de hablar de sexualidad, respondiendo así las
dudas que tienen los adolescentes a diferencia
del padre que se muestra más rígido. Teniendo,
así como resultado que la comunicación con el
padre no inuye de manera signicativa en las
conductas sexuales de riesgo.
Respecto a la comunicación con la madre y la
edad de inicio sexual se encontró que existe una
relación signicativa (X2=2.303; p<.05), donde los
adolescentes que tienen una mejor comunicación
con su madre su inicio sexual es a mayor edad
(16 a 18 años) mientras que los adolescentes
que tienen dicultades en la comunicación con su
madre su inicio sexual es a menor edad (10 a 12
años). Mientras exista una buena comunicación
con la madre, la edad de inicio sexual será a
mayor edad. Correlacionado al estudio Uribe at al
(2013) maniesta que existe diversos estudios en
las cuales arma que la conducta sexual aumenta
cada vez más, se reportan el gran incremento
de la iniciación sexual temprana, permitiendo
que los adolescentes den un inicio precoz en la
formación de hogares. Acotando a esto Salazar
et al (2007) hace una referencia que, en las zonas
rurales del Perú, los adolescentes dan inicio a
temprana edad su actividad sexual ya que, se
presenta una escasa comunicación respecto a
la educación sexual y al cuidado de su cuerpo