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Revista Científica de Ciencias de la Salud
2020: 13(1), 73-78
Conocimiento y consumo de bebidas energizantes, en estudiantes de la
escuela Profesional de Ingeniería Ambiental de una universidad privada
de Lima Este
Knowledge and consumption of energy drinks in students of the Professional School
of Environmental Engineering of a private university of Lima East
Juan Molleapaza Quispe
1
, Elias Ramirez Quispe
2
RESUMEN
Objetivo: Determinar la relación entre el nivel de conocimiento y consumo de bebidas energizantes,
en estudiantes de la escuela de Ingeniería Ambiental de una universidad privada. Metodología:
Diseño no experimental de corte transversal, enfoque cuantitativo. La muestra fue no probabilístico
por conveniencia y estuvo conformada por 131 estudiantes de la escuela de Ingeniería Ambiental. El
cuestionario empleado contó con una validez por V de Aiken de 0,712 y una conabilidad de 0,726 a
través del método de Kuder Richardson (KR-20). Resultados: Se encontró relación entre el consumo
de bebidas energizantes y el conocimiento de los estudiantes con un p=0,010 y un coeciente de
correlación de -0,225. Conclusiones: A mayor conocimiento menor es el consumo de bebidas
energizantes.
Palabras clave: Consumo, conocimiento, efectos adversos, ansiedad, dependencia y cafeína.
ABSTRACT
Objective: To determine the relationship between the level of knowledge and consumption of energy
drinks in students of the Environmental Engineering school of a private university. Methodology:
non-experimental cross-sectional design, quantitative approach. The sample was non-probabilistic for
convenience and was made up of 131 students from the Environmental Engineering School. The
questionnaire used had a validity for Aiken’s V of 0.712 and a reliability of 0.726 through the Kuder
Richardson method (KR-20). Results: A relationship was found between the consumption of energy
drinks and the knowledge of the students with a p = 0.010 and a correlation coecient of -0.225.
Conclusions: The more knowledge, the lower the consumption of energy drinks.
Keywords: Consumption, knowledge, adverse eects, anxiety, dependency and caeine.
1
Clínica Internacional – MINSUR, Puno, Perú.
Orcid ID: 0000-0002-3318-2096
2
RIPLEY, Lima, Perú.
Orcid ID: 0000-0002-3318-2096
Esta obra está bajo
una Licencia Creative Commons
Atribución 4.0 Internacional
Investigación Original / Original research
Revista Científica de Ciencias de la Salud, 2020: 13(1), Enero-Junio
DOI: https://doi.org/10.17162/rccs.v13i1.1349
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INTRODUCCIÓN
La Organización Mundial de la Salud (2014)
considera a las bebidas energizantes como
sustancias analcohólicas, con el proposito de
potenciar la resistencia física y evitar el sueño.
De igual manera, el consumo de estas bebidas
se asocia a un comportamiento potencialmente
negativo, similares al consumo de marihuana,
alcohol y tabaco. Por ello, esto generaría
conductas agresivas y de riesgo para la salud.
En torno a esto (Pomeranz, Munsell, y Harris,
2013) menciona que los productos de riesgo
para la salud juvenil, como el alcohol, tabaco
o alimentos ricos en azucar o grasas ya han
sido ampliamente estudiados, sin embargo el
de las bebidas energizantes es mucho menor,
especialmente como una amenaza potencial en
terminos de salud pública. Asi mismo, (Sánchez
et al., 2015) revela que los efectos colaterales
que pueden causar, entre los que destacan:
deshidratacion, aumento de la presion arterial,
irritabilidad, nerviosismo, y la adiccion a alguno de
sus componentes. Actualmente la mercadotecnia
se ha encaminado a los jovenes, siendo sus
principales consumidores, sin considerar
los efectos colaterales que pueden causar,
efectos adversos como: la deshidratación,
elevacón de la presión arterial, la irritabilidad,
el nerviosismo y la potencial sujeción a algunos
de sus componentes. A ello tambien se añade
problemas otros eventos que son: problemas
para dormir, eventos cardiovasculares (infartos
y arritmias), convulsiones e incluso la muerte
(Higgins, Babu, Deuster, y Shearer, 2018; Shah
et al., 2019). Un estudio realizado en México
(Ramón, José M. Cámara, Francisco J. Cabral,
Díaz, 2013) que El 76 % de los encuestados,
aceptó haber consumido bebidas energéticas. De
tal manera señala que es necesario un programa
educacional que señale las acciones y los efectos
indeseables de las bebidas energizantes. Por
ello (Sánchez, Blanco, Bosch, y Vaqué, 2016)
realizó un estudio de intervención con evaluación
pre- y post- intervención concluyendo Un gran
número de adolescentes tiene poco o nulo
conocimiento sobre las características de las
bebidas energéticas y las consecuencias de su
consumo para la salud. Por otro lado (Cáceres
Girón, 2013) El 73.83% de los encuestados
consideran que las bebidas energizantes son
dañinas, por ello, recomienda a las autoridades de
salud, universidades y asociaciones, dedicadas
a la salud, para que realicen campañas de
información sobre los posibles problemas que
implica el consumo de este tipo de bebidas.
METODOLOGÍA
Se realizó un diseño descriptivo, cuantitavo,
asimismo, de corte transversal ya que se
desarrollado en un tiempo determinado y en un
solo momento.
Participantes
La muestra fue probabilística, y de tipo aleatorio
simple donde se uso la fórmula de muestreo
aleatorio simple nos da como resultado una
muestra de 198 estudiantes, después aplicando
el factor de corrección la muestra se reduce a 131
estudiantes de los cuales las edades uctuaron
entre 17 a 33 años de edad, empleando criterios
de inclusión y exclusión.
Instrumento
El cuestionario empleado contó con una validez
por V de Aiken de 0,712 y una conabilidad de
0,726 a través del método de Kuder Richardson
(KR-20), Se aplicó el instrumento a estudiantes
de la escuela Académico Profesional de
Ingeniería de Sistemas de una universidad
privada para la prueba piloto, aplicando el
cuestionario a 80 personas.
RESULTADOS
En la tabla 1 se aprecia que del 100% de los
estudiantes, el 69% presentó un nivel de
conocimiento de bebidas energizantes regular,
seguido de un 26,7% presentó un nivel alto y
solo un 3,8% presento un nivel bajo.
Tabla 1
Nivel de conocimiento en los estudiantes de E.P Ingeniería
Ambiental de una universidad privada de Lima Este
Conocimiento n %
Bajo 5 3,8
Regular 91 69,5
Alto 35 26,7
Total 131 100,0
En la tabla 2 se observa que del 100% de los
estudiantes, el 48,9% presentó un nivel de
consumo de bebidas energizantes regular
seguido de un 45,0% bajo y solo 6,1% nivel de
consumo bajo.
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Tabla 2
Nivel de consumo en los estudiantes de E.P Ingeniería Ambiental de una universidad privada de Lima Este
Consumo n %
Bajo 59 45,0
Regular 64 48,9
Alto 8 6,1
Total 131 100,0
En la tabla 3 se muestra que del 100% de la población el 68,8% de estudiantes de la E.P Ingenieria
tiene un conociemiento regular de las bebidas energizantes y un consumo de nivel regular asi mismo
un 66.1% tiene un conocimento regular y un consumo bajo.
Al aplicar la prueba estadistica Rho de Spearman señala un coeciente de correlación de -0,225 y
un p- valor =0.010 demostrando que existe relación entre la variable conocimiento y el consumo de
bebidas energizantes en los estudiantes de la E.P de la Ingeniería Ambiental de una universidad
privada de Lima Este.
Tabla 3
Relación entre el consumo y conocimiento de bebidas energizantes en los estudiantes de E.P Ingeniería Ambiental de una
universidad privada de Lima Este.
Conocimiento
Consumo de bebidas energizantes
TotalBajo Regular Alto
0 5 0 5
Bajo 0,0% 100,0% 0,0% 100,0%
39 44 8 91
Regular 66,1% 68,8% 100,0% 69,5%
20 15 0 35
Alto 33,9% 23,4% 0,0% 26,7%
Total
59 64 8 131
100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Rho de Spearman=-,225; p=0.010
DISCUSIÓN
La OMS (2016) señala que, el consumo
de bebidas energizantes ha aumentado
signicativamente, existiendo a la fecha más
de 500 marcas lanzadas a nivel internacional.
Del mismo modo, las bebidas más vendidas se
ofertan sin restricciones de edad y se suelen
consumir mezcladas con alcohol, debido a que
retardan el estado de embriaguez. Otra bebida
de igual consumo, es la cafeína, que ayuda a
disminuir el sueño y el cansancio. Por otro lado,
los grupos más propensos a abusar de estas
bebidas son los deportistas, las personas que
realizan largas jornadas de trabajo y los jóvenes
(13-35 años) (Itany y Diab, 2014).
Los datos descriptivos del estudio revelaron
el 69,5% de los estudiantes de Ingeniería
Ambiental manifestaron tener un conocimiento
regular sobre las bebidas energizantes y solo el
26,6% alto. A su vez el 48,9% de los mismos
indicaron un consumo regular y el 45% bajo.
Resultados similares reportó Casuccio (2015)
en un estudio realizado en Italia, donde el 70%
conocía acerca de estas bebidas, y el 34%
rerió consumirlas con frecuencia. Así también,
Cherat (2015) en Algerié, reportó que el 53,8%
no conoce los efectos adversos de las bebidas
energizantes y el 61% las consume al menos 1
vez por semana.
El consumo de estas bebidas se ha convertido
en una moda dentro de la población joven,
acarreando problema de salud como las
taquicardias, arritmias, gastritis, dependencia
entre otros. Cabe resaltar, que estas bebidas
tienen muy poco valor nutricional y que sus
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hidratante. Sin embargo, un estudio realizado
en la Universidad Johns Hopkins, demostró que
la ingesta desproporcionada de estas bebidas
llevaría a la deshidratación y alteración de la
función renal, entre todos los otros problemas
anteriormente señalados (Joachimiak y
Szołtysek, 2013).
Finalmente, desde la perspectiva de la salud
pública, es necesario que los profesionales de
la salud aborden estos problemas a través de
intervenciones educativas en los colegios y
universidades, que permitan crear conciencia
sobre el consumo de estas bebidas.
Declaración de nanciamiento y de conictos
de interés
El estudio fue nanciado por los autores,
quienes declaran no tener algún tipo de conicto
de interés en la investigación realizada
Correspondencia:
Juan Molleapaza Quispe
Correo electrónico:
juan.mq@upeu.edu.pe
Elias Ramírez Quispe
Correo electrónico:
elias.ramirez@upeu.edu.pe
ingredientes vienen muchas veces en letras
pequeñas, haciéndolas difíciles de leer o
entender (Castillo, Velasquez y Ramirez, 2017;
Mario y Lenin, 2007). Por otro lado, Medina
(2015) indica que conocer sobre estos productos
es vital para la prevención de enfermedades
cardiometabólicas y del sueño, siendo la difusión
a través de los medios de comunicación y las
charlas educativas las principales herramientas
que debería manejar el personal de salud (Celis,
2017).
Seguidamente, se encontró que existe relación
entre la variable consumo y conocimiento de
las bebidas energizantes con un coeciente de
correlación de -0,225 y un p- valor =0,010. Del
mismo modo, Subaiea (2019) en Arabia Saudita,
demostró la correlación positiva (χ²=37,1; p- valor
=0.001) entre ambas variables, así como, Cruz
y Choez (2014) en Ecuador (p- valor =0,010).
Para Margaritis (2013) esto se debería a que
las bebidas energizantes se presentan como
potenciadores de la actividad física y mental
seguros para la salud, lo que ha generado que
cada vez más gente las consuma. Una encuesta
europea realizada en el 2018, reveló que la
población puede llegar a consumir hasta 4,5
litros por mes, creyendo falsamente que cuantas
más bebidas consuman es mejor.
Al analizar la variable consumo de bebidas
energizantes, el 48,9% de los estudiantes
indicó un consumo regular, el 45 % bajo y solo
el 6,1% bajo. Según Ricardo y Dìaz (2015),
los estudiantes que creen que la ingesta de
estas bebidas debe minimizarse, tienen reglas
familiares más estrictas sobre la ingesta de la
misma. Asimismo, diversos estudios resaltan
que la etapa universitaria constituye un momento
crítico en la adopción de hábitos no saludable por
lo que se propone a la familia como un potente
factor protector (Itany y Diab, 2014). Respecto
a la variable conocimiento, el 69% presentó
un saber regular, el 26,7% alto y el 3,8% bajo.
Así también, Cáceres (2013) en Guatemala,
evidencio que el 73,83% de los estudiantes
consideraron que las bebidas energizantes
son dañinas para el organismo sin embargo las
consumían varias veces a la semana.
El gran problema con el conocimiento que
puedan tener los jóvenes sobre las bebidas
energizantes, recae en la poca información
que la sociedad les da sobre la misma, siendo
que muchas veces confunden sus efectos
energizantes o estimulantes con una bebida
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Recibido: 04/12/2019
Aceptado: 11/03/2020