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ISSN: 2306-0603 (impresa) - 2411-0094 (en línea)
Revista Científica de Ciencias de la Salud,
2020: 13(1), 67-72
INTRODUCCIÓN
La adicción al trabajo se maniesta en distintas
culturas, para tener una idea, la cantidad de
ejecutivos adictos al trabajo en Estados Unidos
es 23.0% de su población económicamente
activa (PEA), de acuerdo con Doerer y Kramer
(1986); por otro lado, Kanai, Wakabayashi y
Fling (1996) reportaron, en una muestra de
más de 600 participantes en Japón compuesta
principalmente por gerentes, que la cifra de
adictos al trabajo fue de 21%. En México,
tomando el criterio propuesto por Mosier
(1983), que considera como adicto al trabajo
a la persona que trabaja más de 48 horas por
semana, se estima que 28% de la PEA del país
entra en el grupo de adictos al trabajo (INEGI,
2012), que es una proporción signicativa de los
trabajadores mexicanos.
Por otro lado, Castillo y Gómez (2012) encontraron
en su estudio sobre adicción al trabajo diferencias
entre dos grupos, el de puestos ejecutivos/
administrativos (EA) y el de puestos operativos
(O). Siendo los miembros del grupo EA un 67%
encima de la media, mientras que sólo el 33%
de los miembros del grupo O superan la media.
Por lo tanto, estos porcentajes muestran que
la adicción al trabajo, son más evidentes en la
población que pertenece al grupo de puestos de
trabajo administrativo / ejecutivos.
Este problema presenta consecuencias en
diversos niveles, en lo siológico, según Scott,
Moore y Miceli (1997) cansancio crónico, estrés,
trastornos sexuales, insomnio y trastornos
psicosomáticos. En el nivel cognitivo-emocional,
Del Líbano, Llorens, Schaufeli y Salanova
(2006), indican que presentan ansiedad,
miedo al fracaso, baja autoestima, irritabilidad,
intolerancia, disminución de la memoria y
depresión; asimismo, a nivel comportamental
se reeja disminución en el rendimiento laboral,
ya que el individuo se siente cansado ya
sea físicamente o emocionalmente, también
desarrolla otras conductas adictivas, al sexo,
consumo de alcohol, fármacos y otras drogas.
Además, se maniesta con otros tipos de
conductas como necesidad de realizar varias
tareas simultáneamente, delegar trabajos,
dicultad para relajarse, incapacidad para
solucionar problemas, desinterés en las
relaciones interpersonales, deterioro en el
núcleo familiar y aislamiento social. Del mismo
modo, Fassel (1990) la considera como una
enfermedad fatal que aleja a las personas de
sus familiares y amigos.
Frente a esta problemática se desarrollaron
diversas pruebas que pretenden medir esta
variable, en primer lugar tenemos la de
Robinson, que desarrolló el The Work Addiction
Risk Test (WART) para medir las tendencias
de adicción al trabajo y los patrones de
trabajo adictivos. Los productos del WART se
recopilaron a partir de una lista de síntomas
reportados por los profesionales que trabajan
con las familias afectadas por la adicción al
trabajo. El WART es una medida válida y able
de la adicción al trabajo. La puntuación para
el WART se obtiene normalmente mediante la
suma de las respuestas para cada uno de los 25
elementos para calcular una puntuación global
(Aziz, Adkins, Walker, y Wuensch, 2010).
Los estudios sobre el WART han encontrado
que constan de dimensiones subyacentes
que resultan en cinco subescalas: tendencias
compulsivas, incapacidad para controlar los
hábitos de trabajo, problemas de comunicación,
incapacidad para delegar, y deterioro de la
autoestima (Flowers y Robinson, 2002)
Por otro lado, tenemos el cuestionario Duwas-10
(Dutch Work Addiction Brief Scale of 10 item)
instrumento que se seleccionó para medir la
adicción al trabajo, propuesto y validado por
Del Líbano, Llorens, Salanova y Schaufeli,
que se evalúa con una escala de Likert de 1 a
4, en la que 1 es “totalmente en desacuerdo”
y 4 es “totalmente de acuerdo”, y arroja como
resultado dos factores: trabajo en exceso y
trabajo compulsivo –éste cuenta con un alfa de
Cronbach de 0.75 en su aplicación en Holanda y
0.85 en España (citado por Colín y Simón, 2014)
Por lo expuesto, se evidencia que la adicción
al trabajo afecta a un porcentaje considerable
de trabajadores en diversas culturas, además
que genera consecuencias negativas a nivel
siológico, cognitivo y comportamental, lo que
deteriora el núcleo familiar y conlleva a un
aislamiento social.
Es por eso que este estudio pretende brindar
una herramienta capaz de identicar la adicción
al trabajo en nuestra cultura peruana. Y esto
puede servir como una base para crear talleres
o actividades que mejoren el estilo de vida en
los trabajadores peruanos.