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ISSN: 2306-0603 (impresa) - 2411-0094 (en línea)
Revista Científica de Ciencias de la Salud
2019: 12(2), 81-86
Cuidado de enfermería en pacientes con trastorno del espectro autista
en un pabellón quirúrgico en clínica privada, Chile
Care of patients with autism spectrum disorder in a surgical ward, Chile
Roberto Lobos
1
, Darynka Parada
2
, Ismael Morales Ojeda
3
, Bárbara Cerda-Aedo
4
RESUMEN
Objetivo: Describir el cuidado de enfermería en pacientes con trastorno del espectro autista dado por
los enfermeros que participan de las actividades asistenciales del servicio de pabellón quirúrgico en
una clínica privada. Material y métodos: Estudio cuantitativo descriptivo, la muestra correspondió a
40 profesionales de Enfermería que participan en los cuidados de salud dentro del pabellón quirúrgico,
quienes atienden a niños y niñas entre 1 a 15 años de edad en una clínica particular de la cuidad
de Iquique. Se creó para los enfermeros del servicio, la Encuesta de Conocimiento y Acciones
sobre la Atención de Niños y Niñas con TEA (ECA-TEA), la cual permite describir características
sociodemográcas, y evaluar los cuidados de enfermería en pabellón hacia niño. Resultados: Se
apreció que más del 90% de los profesionales de esta clínica no tiene capacitación respecto al TEA,
lo que disminuye la realización de cuidados adecuados al TEA. Conclusiones: es necesario crear un
sistema de apoyo para el profesional de enfermería en la atención de pacientes TEA.
Palabras Clave: Trastorno del espectro autista, enfermería, pabellón
ABSTRACT
Objective: To describe nursing care in patients with autism spectrum disorder given by nurses who
participate in the assistance activities of the surgical ward service in a private clinic. Material and
methods: Quantitative descriptive study, the sample corresponded to 40 Nursing professionals who
participate in health care within the surgical ward, who attend children between 1 and 15 years of age
in a private clinic in the city of Iquique . For the nurses of the service, the Survey of Knowledge and
Actions on the Care of Boys and Girls with ASD (ECA-ASD) was created, which allows describing
sociodemographic characteristics, and assessing nursing care in a ward towards children. Results: It
was appreciated that more than 90% of the professionals in this clinic do not have training regarding
ASD, which reduces the performance of care appropriate to ASD. Conclusions: It is necessary to
create a support system for the nursing professional in the care of ASD patients.
Keywords: Autism spectrum disorder, nursing, pavilion
1
EMS Emergencychile, Chillán, Chile.
2
Universidad Pedro de Valdivia, Valdivia, Chile.
3
Universidad Adventista de Chile, Chillán, Chile.
Orcid ID: 0000-0002-1752-7023
4
Universidad Adventista de Chile, Chillán, Chile.
Orcid ID: 0000-0001-5872-7382
Esta obra está bajo
una Licencia Creative Commons
Atribución 4.0 Internacional
Investigación Original / Original research
Revista Científica de Ciencias de la Salud, 2019: 12(2), Julio - Diciembre
DOI: https://doi.org/10.17162/rccs.v12i2.901
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INTRODUCCIÓN
Atender a un niño con Trastorno del espectro
autista (TEA) puede ser complejo y requiere
el desarrollo de estrategias que involucran
a familia, ya que estos pacientes presentan
una comunicación limitada, trastornos de
comportamiento, hipersensibilidad a las
exploraciones e intolerancia a los cambios
en sus rutinas. Además, la atención en salud
se diculta debido a que en muchos casos no
podemos conocer con exactitud el tiempo que
el niño lleva experimentando molestias, ni la
gravedad, intensidad u origen del malestar
(Quijada, 2008).
El estudio “Oportunidades clínicas con niños con
signos de autismo”, reere que en los últimos 20
años ha habido un incremento de diagnósticos
de este trastorno, estudios realizados por Baron-
Cohen reeren que existe una prevalencia de
trastorno del espectro autista en 1 de cada 64
sujetos (citado en Untoiglich, 2013). De igual
forma, de un total de 240.569 recién nacidos
vivos, se estimó que en el 2009 hubieron
2.156 niños con trastorno del espectro autista
(Ministerio de Salud, 2011).
Particularmente en la ciudad de Iquique, según
datos de las agrupaciones APANDIA (agrupación
de padres de niños con disfasia y autismo) y
AFANEA (Agrupación de padres y familiares
de adolescentes y niños que pertenecen al
espectro autista y asperger) mantienen en sus
registros en el año 2014, un total de 68 niños.
Como el trastorno del espectro autista (TEA)
es una alteración irreversible, no existe
recuperación total, sino, solamente estrategias
de mejoramiento en su calidad de vida.
A nivel hospitalario, se debe motivar al
personal a conocer sobre TEA, de modo que
se ejecuten cuidados en base a conocimientos
y actualizaciones con pautas básicas en la
atención, como: supervisar la presencia de un
acompañante signicativo en la atención al
centro hospitalario, avisar y planicar la hora más
adecuada para el ingreso del paciente, permitir
la intervención y sugerencias del acompañante
en el trato del paciente, realizar valoración de
administración de sedación y contención física
si el paciente se encuentra agitado, utilizar
pictogramas al momento de realizar entrevista
con el paciente con trastorno del espectro
autista (TEA), supervisar una resolución rápida
del equipo de salud en un tiempo mínimo con
prioridad de la atención, avisar sobre la patología
al decidir traslado al centro hospitalario, ocultar
el material médico especialmente llamativo u
objeto luminoso al ingreso del servicio, permitir
el mantenimiento de objetos personales de uso
cotidiano (Parellada, Romo, Boada, Moreno,
Llorente, Dorado, s. f.; Quijada, 2008; Taberna,
& Soto, 2013; OMS, 2014).
METODOLOGÍA
Estudio cuantitativo descriptivo, la muestra
correspondió a 40 profesionales de Enfermería
que participan en los cuidados de salud dentro
del pabellón quirúrgico, quienes atienden a
niños y niñas entre 1 a 15 años de edad en una
clínica particular de la cuidad de Iquique.
Para este estudio se creó para los enfermeros
del servicio, la Encuesta de Conocimiento y
Acciones sobre la Atención de Niños y Niñas
con TEA (ECA-TEA), la cual permite describir
características sociodemográcas, y evaluar los
cuidados de enfermería en pabellón hacia niño
con TEA. La encuesta fue validada previa a su
aplicación con personal de un Centro de Salud
Familiar.
Posterior a la aprobación del Comité de Ética
de la Clínica, y luego de la aprobación de los
responsables de cada área de la clínica se
encuestó en los distintos turnos de enfermería.
Los datos fueron analizados con Microsoft
Excel. Para el análisis estadístico se realizó
estadística descriptiva, utilizando en las
variables cualitativas frecuencias y porcentajes.
RESULTADOS
En la tabla 1, se observa que en su mayoría
menos de 30 años, con una experiencia menor
de cinco. A pesar de los esfuerzos formativos
de la profesión por incorporar las situaciones
especiales a los cuidados de enfermería, se pudo
apreciar que más del 90% de los profesionales
de esta clínica no tiene capacitación respecto al
TEA.
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Tabla 1
Datos sociodemográcos de los profesionales de enfermería
n = 40 n %
Sexo Masculino 10 25,0
Femenino 30 75,0
Edad 20 a 30 años 33 82,5
31 a 40 años 6 15,0
41 a 50 años 1 2,5
Experiencia Laboral Menos de 5 años 32 80,0
6 a 10 años 7 17,5
11 a 15 años 1 2,5
Con capacitacn respecto a pacientes
con Trastorno del Espectro Autista
Si 1 2,5
No 39 97,5
En la tabla 2, se aprecia como muchos de los cuidados generales que se realizan usualmente con
todos los pacientes que van a pabellón, son los incorporados también a los niños con TDA, pero existe
aún una dicultad para incluir aquellos cuidados que más tienen relación con el síndrome como lo son:
valorar la administración de sedación o contención física, ocultar el material médico llamativo u objeto
luminoso, permitir ingresar objetos personales de uso cotidiano, siempre que sean compatibles con
las características de la habitación, utilizar pictogramas, entre otros.
Tabla 2
Evaluación de los cuidados de enfermería en pabellón hacia niño con TEA
n=40
Nunca Rara vez Algunas
veces
Casi
siempre
Siempre
n % n % n % n % n %
Supervisa la presencia de acompañante signicativo en la atención
en el centro hospitalario.
1 2,5 1 2,5 4 10,0 7 17,5 27 67,5
Permite la intervención y sugerencia del acompañante hasta el
momento de la sedación en pabellón.
2 5,0 3 7,5 6 15,0 21 52,5 8 20,0
Valora la administracn de sedacn o contencn física si el paciente
se encuentra agitado
8 20,0 17 42,5 5 12,5 3 7,5 7 17,5
Oculta el material médico llamativo u objeto luminoso al ingreso del
Servicio de Pabellón (sobrecarga sensorial).
24 60,0 8 20,0 5 12,5 2 5,0 1 2,5
Evalúa del dolor utilizando la escala de Wong Baker 8 20,0 0 0,0 0 0,0 8 20,0 24 60,0
Ubica en un lugar apartado al paciente para disminuir su ansiedad. 13 32,5 0 0,0 13 32,5 9 22,5 5 12,5
Avisa o planica la hora más adecuada para el ingreso del paciente
independiente al cuadro que presente.
12 30,8 3 7,7 5 12,8 8 20,5 11 28,2
Utiliza pictogramas al momento de realizar la entrevista de ingreso
a Pabellón
13 32,5 0 0,0 13 32,5 9 22,5 5 12,5
Permite la intervencn y sugerencias del acompañante en el trato
de un paciente con Trastorno del Espectro Autista
6 15,8 3 7,9 2 5,3 6 15,8 21 55,3
Solicita la rápida realización de pruebas complementarias 5 13,2 4 10,5 7 18,4 8 21,1 14 36,8
Realiza valoración de administración de sedación o contención física
si el paciente se encuentra agitado
7 17,5 5 12,5 9 22,5 3 7,5 16 40,0
Permite ingresar objetos personales de uso cotidiano, siempre que
sean compatibles con las características de la habitación y con la
funcionalidad de la unidad
8 25,8 1 3,2 2 6,5 7 22,6 13 41,9
Incluye el calendario de citas programadas para el seguimiento del
problema de salud
4 13,3 2 6,7 10 33,3 14 46,7
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DISCUSIÓN
En la población estudiada se pudo apreciar
que más del 90% de los profesionales de esta
clínica no tiene capacitación respecto al TEA.
Lo que es un factor de riesgo considerando las
dicultades que se presentan en el tratamiento
de esta enfermedad (Pardo-Govea, & Solís-
Áñez, 2009). Según la guía de urgencia para el
Paciente con Autismo: La sedación y contención
física deben ser valoradas siempre en estos
pacientes con el n de evitar la agitación motora,
pues la falta o supercialidad en la valoración
puede desencadenar situaciones de hostilidad
ante la dicultad del niño para comprender su
entorno (Parellada et al., s. f.).
Por otro lado, en la tabla 2, se aprecia como
muchos de los cuidados generales que se
realizan usualmente con todos los pacientes que
van a pabellón, son los incorporados también a
los niños con TDA, pero existe aún una dicultad
para incluir aquellos cuidados que más tienen
relación con el síndrome como lo son: valorar la
administración de sedación o contención física,
ocultar el material médico llamativo u objeto
luminoso, permitir ingresar objetos personales
de uso cotidiano, siempre que sean compatibles
con las características de la habitación, utilizar
pictogramas, entre otros (Irarrázaval, Brokering,
& Murillo, 2005).
La aplicación de la escala EVA para el manejo
del dolor en un paciente TEA, evidencia falta
de conocimiento en los profesionales, pues la
forma correcta para medir el dolor en pacientes
pediátricos no es con la Escala EVA, sino a
través de la Escala Wong Baker donde aparecen
imágenes referentes al dolor que el niño siente
en ese momento, una herramienta para que
el profesional observe gesticulaciones del
paciente con TEA sobre todo si no se comunica
adecuadamente de manera verbal (Irarrázaval
et al., 2005).
Actualmente existe evidencia que apoya la
participación de factores genéticos como
causa del TEA asociándose a enfermedades
monogénicas (como el síndrome de X frágil
en donde se puede apreciar una fragilidad en
el extremo del cromosoma) manifestando en
el niño: comportamiento hiperactivo, décit
atencional, deterioro en el lenguaje (Pardo-
Govea, & Solís-Áñez, 2009). Esta enfermedad
también es de tipo neurobiológica, que se
traduce en el daño o alteración ocurrida antes
del nacimiento o durante el desarrollo fetal
precoz. Estudios en gemelos univitelinos han
demostrado que el gemelo de un TEA tiene un
90% de tener una enfermedad relacionada con
este trastorno (Irarrázaval et al., 2005).
Asimismo, existe una tendencia a tener mayor
volumen del cerebro en la infancia, debido al
aumento de la sustancia blanca. Existiendo
pacientes con macrocefalia, aceleración o
desaceleración del crecimiento cerebral,
disminución del tamaño de las células del
sistema límbico y del número de células de
Purkinje en el cerebelo (Tellechea, 2013).
En cuanto a la respuesta humoral, se ha
encontrado que los niños con TEA presentan
niveles elevados de IgE, como evidencia de
una respuesta de tipo alérgica. Presentándose
hipersensibilidad a grupos especícos de
alimentos que contienen caseína y/o gluten,
lo que lleva a la postulación de teorías
inmunológicas en el trastorno del espectro
autista, donde podrían implicarse genes de
baja compatibilidad. Asociándose también como
causas secundarias al trastorno algunos factores
ambientales como: la exposición intrauterina a
los virus de la rubéola, citomegalovirus, al ácido
valproico y talidomida (Irarrázaval et al., 2005).
Según la guía clínica del Ministerio de Salud
(2011) de detección temprana se realiza
inicialmente una evaluación del DSPM
(Desarrollo Psicomotor) a través de los
instrumentos realizados en el control del niño
sano como: EEDP (Escala de evaluación de
desarrollo psicomotor de 0 a 24 meses) y TEPSI
(Test de desarrollo Psicomotor de 24 a 5 años),
se evalúa al paciente, y si hubiese algún retraso
de lenguaje y desarrollo social es causal para
que el profesional de APS (Atención Primaria
de Salud) o médico pediatra realice la pauta de
cotejo de señales de alerta de TEA, en caso de
aparición de una o más señales en su rango
etario es motivo de etapa de conrmación
diagnóstica. Entre los 16 a 30 meses de edad se
deriva a un periodo de vigilancia realizando la
aplicación del instrumento M-CHAT/ES (Lista de
Modicación para el Autismo) en dos ocasiones,
con un intervalo de 30 días entre cada una. Si
el resultado es positivo, en ambas aplicaciones,
se deriva de forma inmediata a conrmación
de diagnóstico. Para efecto de este proceso,
deben seguirse los criterios diagnósticos que
están establecidos tanto en el manual DSM-IV
TR (Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
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Mentales, Texto Revisado), así como en el CIE-10
(Clasicación Internacional de Enfermedades),
en los que se describen detalladamente las
características clínicas y de comportamiento de
cada uno de los trastornos citados (Ministerio
de Salud, 2011; Robins, Fein, Barton, & Green,
2001; Sánchez, & Blanco, 2008).
Según lo anterior, debe existir en el sistema de
salud una preparación al personal en relación
al conocimiento sobre la detección precoz ya
que esta condición mejorará la calidad de vida
del paciente y su entorno. Los estudios sobre
la intervención temprana permiten concluir
que ésta puede marcar la diferencia entre un
pronóstico favorable o desfavorable, ya que
diversos trabajos sugieren que, si la intervención
se pone en marcha antes de los tres años, se
logran efectos mucho más beneciosos que si
se inicia después de los cinco años (Irarrázaval,
2005).
Un estudio realizado en los centros de salud
familiar de la ciudad de Catanduva Brasil, reere
que entre más temprano se realiza el diagnóstico,
mejores resultados se obtendrán a futuro,
por lo tanto, el desconocimiento del síndrome
retrasará avance del síndrome y los logros con
estos pacientes serán menores (Canal, García,
Touriño, Santos, Martín, Ferrari, Martínez,
Guisuraga, Boada, Rey, Franco, Fuentes, &
Posada, 2006). Pues para este tratamiento se
cuenta con cuatro métodos esenciales para
conseguir resultados favorables, entre ellos, se
encuentran: Dieta libre de gluten-caseína, Dieta
de carbohidratos especícos, Tratamiento para
la cándida intestinal (Higuera, 2010).
Entre las funciones del personal de enfermería,
es clave e indispensable en las instituciones
de salud, lo que le incentiva a mantenerse
actualizados en sus conocimientos para la
prestación de sus servicios (Cadena, Olvera,
Pérez, Balseiro, Miranda, 2012). En este sentido,
la Asamblea Mundial de la Salud (OMS, 2014),
solicitó con urgencia a los Estados Miembros
a incluir las necesidades de las personas
afectadas por el trastorno del espectro autista
(TEA) y otros desórdenes en el desarrollo, en las
políticas y programas vinculados a la salud de
los niños y adolescentes, a su desarrollo y salud
mental. Esto implica aumentar la capacidad
de los sistemas de salud y cuidado social para
proveer servicios para pacientes con trastornos
del espectro autista y sus familias. También
plantea cambiar el enfoque del cuidado en
establecimientos de salud pública de atención
a largo plazo, hacia servicios no residenciales
en la comunidad. Esto signica, además,
mejorar la vigilancia en salud para capturar la
información sobre los trastornos del espectro
autista y asegurarse que los países tengan
mejores capacidades para diagnosticar y tratar
esta enfermedad (OMS, 2014).
Debido a los resultados de este estudio es que
nace la necesidad de crear un sistema de apoyo
para el profesional de enfermería en la atención
de pacientes TEA, por lo que se ha diseñado
un protocolo y ujograma de las acciones en
modalidad de sugerencias que debe realizar
el personal en los Servicios de Urgencias,
Pabellón, Servicio de Hospitalización, Traslado
de Ambulancia y Control sano del niño y la niña en
Atención Primaria de Salud, y con ello se anexa
Check List que servirán a los supervisores de
servicios para evaluar el cumplimiento de las
acciones con estos pacientes.
Declaración de nanciamiento y de conictos de
interés:
El estudio fue nanciado por los autores,
quienes declaran no tener algún tipo de conicto
de interés en la investigación realizada.
Correspondencia
Roberto Lobos
Correo electrónico:
eurlobos@gmail.com
Darynka Parada
Correo electrónico:
darynkap@gmail.com
Ismael Morales Ojeda
Correo electrónico:
ismaelmoralesojeda@gmail.com
Bárbara Cerda-Aedo
Correo electrónico:
psbcerda@gmail.com
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Recibido: 7 de setiembre
Aceptado: 15 de noviembre