Conocimientos, actitudes y prácticas sobre una alimentación saludable en adolescentes de dos Instituciones
Educativas Públicas, Lima Este-2018
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ISSN 2411-0094
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Revista Científica de Ciencias de la Salud 12:1 2019
INTRODUCCIÓN
La adolescencia es un periodo importante de la
vida que da inicio a un cambio de caracteres físicos,
psicológicos y siológicos entre la infancia y la edad
adulta. Denitivamente, adquirir conocimientos
sobre alimentación saludable en la adolescencia es
muy importante, como base para la generación de
hábitos alimenticios, pues asegura la satisfacción
de las necesidades nutricionales, un adecuado
aporte de energía y nutrientes, evitando carencias
o excesos que puedan ser perjudiciales para la
salud (Mondalgo, 2016).
Justamente, esta etapa se caracteriza por la
búsqueda y aanzamiento de una personalidad
denida y, en ese proceso, la necesidad de
aceptación y pertenencia les conduce a ciertas
prácticas inadecuadas, pero populares para verse
“bellas”. En ese contexto, practican patrones de
alimentación denidos por las preferencias a
determinadas comidas y alimentos que inuyen
en la aceptación de su imagen corporal, lo
que conlleva a adquirir practicas alimentarias
que podrían conducirlos a una alimentación
desequilibrada en el afán de asemejarse a un
prototipo de belleza (Delbino, 2013).
Las prácticas alimentarias inadecuadas de los
adolescentes se tornan peligrosas porque, en la
mayoría de los casos, se mantienen a lo largo de la
vida adulta, conllevando a factores de riesgo para
la salud. Diversos estudios demuestran, además, la
enorme inuencia de los medios publicitarios, que
impregnan en ellos creencias totalmente erradas
en temas de alimentación. Dicho impacto mediático
también es considerado uno de los principales
causantes del incremento de la obesidad en el
mundo, ya que su alto nivel de atracción conduce
al sedentarismo y a la ingesta de alimentos ricos en
azúcares y grasas (Donayre, 2016).
De hecho, el fundamento para que los
adolescentes practiquen una alimentación
armoniosa, equilibrada y sana radica en que
el organismo necesita cubrir sus necesidades
biológicas básicas, y tener un óptimo desarrollo
corporal, para lograr un buen rendimiento
intelectual, físico, psicológico para desarrollarse
socialmente, y evitar problemas posteriores de
salud. Dada las circunstancias negativas que la
industria “alimenticia” impone, surge la necesidad
de mejorar y conocer los conocimientos, prácticas
y actitudes en cuanto a la alimentación en los
adolescentes de esta investigación para plantear
futuros programas educativos.
La importancia de esta investigación titulada
“Prevalencia de conocimientos, actitudes y
prácticas sobre el consumo de una alimentación
balanceada en adolescentes de dos Instituciones
Educativas Públicas, Lima-2019” radica en que
los resultados contribuirán a que los estudiantes
mejoren sus hábitos alimenticios, a través de
una alimentación saludable mediante programas
de educación nutricional que orienten a mejorar
y/o cambiar los comportamientos negativos y
adoptar conductas saludables en cuanto a la
frecuencia y cantidad de consumo de alimentos
de acuerdo con las necesidades nutricionales del
adolescente. Además, servirá de base para la
realización de otros estudios similares.
METODOLOGÍA
Esta investigación es de diseño no experimental,
de corte trasversal y de tipo descriptivo. La
población de estudio estuvo conformada por los
estudiantes de 1ro a 5to año de secundaria de
las Instituciones Educativas San Luis María de
Monfort y El Amauta. Se aplicó un cuestionario
que contenía preguntas de conocimientos,
actitudes y prácticas sobre una alimentación
saludable.
Muestra
La muestra estuvo conformada por 589
estudiantes del colegio San Luis María de
Monfort y El Amauta. La selección de la muestra
se realizó mediante el muestreo no probabilístico
de tipo intencional. (Hernández et al. 2010).
Instrumento
El instrumento tiene como nalidad recopilar
datos sobre los conocimientos, actitudes y
prácticas sobre alimentación saludable de los
adolescentes. Este cuestionario fue elaborado
según los criterios propuestos por la Organización
de las Naciones Unidas para la Alimentación y
Agricultura, (Delbino, 2013).
El instrumento fue elaborado para marcar y está
dividido en 4 secciones y comprendido por 42
ítems (7 datos demográcos, 12 de conocimiento,
11 de actitudes y 12 de prácticas). El instrumento
fue validado por juicio de expertos para ser puesto
a prueba de abilidad aplicando una prueba piloto
respectivamente.